Por Andrea Argüelles
Las historias familiares suelen ser relatos de recuerdos, secretos y emociones que atraviesan generaciones. Pero lo que hace única a Lágrimas de pan (Star Sale Editores, 2025), de Concepción Hernández es cómo, a través de tres generaciones de mujeres extraordinarias, la autora nos presenta una visión entre lo humano y lo divino, un espacio etéreo donde lo sobrenatural y lo cotidiano se entrelazan para hacernos reflexionar sobre el propósito de nuestra existencia.
En un mundo lleno de dudas, miedo y culpa, estas mujeres no solo luchan por encontrar su propio lugar en la vida, sino por entender si es posible, incluso para seres tan especiales, vivir sin un propósito.
La historia se centra en las Guardianas, mujeres con dones extraordinarios que habitan en la ribera de un río que, como el tiempo mismo, fluye incansable, transformando todo lo que toca. A medio camino entre los ángeles y los mortales, las Guardianas viven con el peso de una misión trascendental: velar por la felicidad de los seres humanos.
Sin embargo, como todo sacrificio, esta tarea no está exenta de un alto costo, pues deben vivir en el anonimato, guardando sus secretos y ocultando su verdadero ser. En este juego de apariencias, la culpa y el miedo se cuelan en sus corazones, llevándolas a preguntarse si realmente pueden encontrar la paz mientras sirven a un propósito que, a veces, parece alejarse cada vez más.
El relato transcurre en La Ribera, un entorno que, por su quietud y su constante fluir, es el escenario perfecto para las emociones encontradas de los personajes. Aquí, entre los murmullos del río Xuello, las Guardianas enfrentan sus luchas internas, mientras son testigos de cómo el paso del tiempo afecta tanto a los mortales como a ellas mismas, seres inmortales pero no exentas de sufrimiento.
El universo narrativo que crea Concepción Hernández no solo es un reflejo de la lucha entre lo humano y lo divino, sino una exploración del deseo, la culpa, el miedo y la esperanza. «El pasado es un recuerdo, elaborado con fragmentos de ideas en las que se mezclan retazos de realidad e imaginación en proporciones desiguales. El futuro, como mucho, es la proyección de una mente, que, si no es Ahora, no es», dice uno de los fragmentos más reveladores del libro.
A través de esta reflexión, la autora nos invita a cuestionarnos sobre la naturaleza misma del tiempo y la memoria, sobre cómo construimos nuestra vida con las piezas que recolectamos en el camino y sobre la importancia de vivir en el presente, en el «Ahora» que, a veces, parece escaparse entre los dedos.
El tono de Lágrimas de pan está impregnado de una prosa lírica, casi poética, que hace que cada página sea una experiencia sensorial. Las emociones de los personajes se sienten en el aire, en el río, en cada gesto; haciendo que la lectura se centre en los detalles, esos momentos fugaces que, cuando se miran más de cerca, revelan la complejidad del alma humana. Las Guardianas, aunque sobrenaturales en su naturaleza, son profundamente humanas en sus miedos, deseos y preguntas existenciales. La novela se convierte en un viaje hacia la introspección, un camino que nos lleva a reconocer nuestras propias dudas, nuestras propias luchas internas.
Pero Lágrimas de pan no es solo una reflexión sobre los miedos existenciales. También es un canto al amor, a la resiliencia y al poder transformador de la vida misma. En un mundo que constantemente nos desafía, las Guardianas nos enseñan que, aunque el miedo y la culpa nos atrapen, siempre hay espacio para la transformación.
«Las cosas malas de este mundo no hay que nombrarlas ni para negarlas… piensa en lo bello, porque tal como pienses, así vivirás», nos dice otra de las frases que resuenan a lo largo de la obra. Aquí, la autora nos invita a mirar más allá de la oscuridad, a descubrir la belleza que se oculta en cada rincón de la vida, incluso cuando todo parece perder sentido.
Lágrimas de pan nos hace reflexionar sobre el sacrificio, el miedo y la culpa, pero sobre todo sobre la capacidad de seguir adelante. Es una historia sobre mujeres fuertes, complejas y vulnerables, que nos enseñan que la vida no siempre tiene respuestas fáciles, pero que siempre está llena de posibilidades. A través de la saga de las Guardianas, Concepción Hernández nos recuerda que lo más importante en la vida es encontrar un propósito, y más aún, aprender a abrazarlo con todo lo que ello implica: dolor, transformación y, finalmente, renacimiento.

Concepción Hernández (Alicante, 1971) es matrona, psicóloga y escritora. Su pasión por la literatura comenzó en su infancia, aunque fue tras una crisis personal que se redescubrió como escritora. Autora de novelas como Lágrimas de pan (2014) y Buscadora de abrazos (2016), también fundó su editorial, Star Sale, Editores. Además, imparte talleres de crecimiento personal y psicología, y tiene una activa presencia en redes sociales.
Título: Lágrimas de pan
Autora: Concepción Hernández
Editorial: Star Sale Editores
Año de publicación: 2025
Páginas: 348
Precio: 28€
ISBN: 9788412745115
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